En las puertas del Paro Internacional Feminista del próximo 8M, las trabajadoras de Página/12 tenemos muchas cosas por las que plantarnos ante el patriarcado:
En Argentina, un país que integra la región más desigual del mundo, advertimos que Página/12 es uno de los pocos medios de comunicación dirigido por dos mujeres, pero integrado en la desigualdad.
Abonando a la realidad endémica que advierte que las mujeres estamos subrepresentadas en los medios de comunicación, las trabajadoras empleadas de manera plena y efectiva somos la minoría en una redacción que desde hace años está en franca reducción. Incluso, hay secciones de este diario que están conformadas solo por hombres.
El reparto se invierte cuando el límite del análisis se amplía y echa luz sobre el universo de colaboradoras y colaboradores, tierra de precarización y erosión de derechos.
La desigualdad económica tiene cara de mujer en un país en donde un tercio de las trabajadoras mujeres está precarizada. Y Página/12 no es la excepción: el universo del “freelanceo” está compuesto, aquí, por mujeres mayoritariamente. Muchas de ellas son jefas de familia, cobran por nota publicada montos que nunca tienen en cuenta el costo que implica el hacerse cargo de los aportes jubilatorios y de cobertura de salud --que en los formatos de colaboración simple no corren por cuenta de la empresa--; no cuentan con licencias por enfermedad ni vacaciones y, muchas, tampoco reciben aguinaldo. Aun siendo algunas de ellas, colaboradoras que tienen muchísimos años de antigüedad en el diario.
Son las trabajadoras a las que, además, y por si fuera poco, las políticas de reducción y ajuste más afectan: en un contexto de achique sostenido en el mundo de la prensa escrita en el que Página/12 demoró, y aún debe, el pago del acuerdo paritario correspondiente a 2017 y ofreció retiros voluntarios durante los últimos meses de ese año, mantiene la amenaza de cierre, la reducción y la fusión de suplementos como M2, Radar, Las 12 y SOY, fuentes de trabajo fundamentales para nuestras compañeras precarizadas.
Ni ellas ni las que son empleadas plenas y efectivas contamos, en el universo de la prensa escrita, contamos con licencia por enfermedad de familiares. Y no hablamos de enfermedades graves, si alguno de nuestro hijos menores tiene fiebre y faltamos por esa situación pueden descontarnos el día. Las tareas de cuidado, sobre todo en los primeros meses de vida de nuestres hijes, no están repartidas de manera equitativa en los derechos laborales otorgados a mujeres y a varones. Por caso, los varones trabajadores de prensa que son padres no cuentan con más de dos días de licencia por nacimiento para el cuidado de los bebés. Los lugares de trabajo no cuentan con sectores de lactancia ni los aportes patronales destinados a guarderías alcanzan para cubrir siquiera la mitad del costo de esos servicios.
El 8M, las trabajadoras de Página/12 nosotras paramos. Para exigirle a la empresa y al sistema patriarcal que integra que “si nuestras vidas no valen, produzcan sin nosotras”. Repudiamos todas las formas de violencia machista a las que nos debemos enfrentar en la calle y también en nuestros trabajos. En Argentina muere una mujer cada 30 horas en manos de hombres que nos atacan solo por el hecho de ser mujeres.
Nos paramos por ellas y también por las travestis y trans asesinadas, contra la lesbofobia y la transfobia. Nos paramos para exigir nuestro derecho a vivir libres de esa violencia. Las trabajadoras de Página/12 no contamos con licencias por violencia machista ni con un protocolo que nos asista en esta clase de situaciones.
El 8M, las trabajadoras de Página/12 nosotras paramos, para exigir, este y todos los días:
*No ser más la variable de ajuste: rechazamos la reducción y la fusión de suplementos y de
cualquier otro producto que integre Página/12, que no significa más que eliminación de puestos de trabajo.
*Basta de violencia machista tanto fuera como dentro de la redacción. Tenemos derecho a vivir sin violencia ejercida sobre nuestros cuerpos. Una vez más gritamos: ¡Ni una menos!
*Equidad en la integración de la redacción para que la voz de las mujeres esté representada de
igual manera que la de los hombres.
*Licencia por enfermedad y vacaciones para las colaboradoras.
*Licencia materno parental de 24 semanas. Jardines materno parentales y espacios de lactancia en los lugares de trabajo.
*Licencia de cuidado de familiares para mujeres y varones.
*Licencia por violencia machista.
*Protocolo de acción ante denuncia de violencia de género en el ámbito laboral o fuera de él.
*Despenalización del aborto. Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar,
aborto legal para no morir.
Por todo esto, Las trabajadoras de Página 12,
nos unimos a las mujeres del mundo en un grito común:
¡Nosotras paramos!
Asamblea de trabajadoras de Página/12 - SiPreBA
