miércoles, 3 de junio de 2020

Trabajadoras de Página/12 frente a un nuevo #NiUnaMenos

Se cumplen 5 años de la primera movilización del 3 de junio, 5 años del nacimiento del #NiUnaMenos, ese grito desgarrador, multitudinario, colectivo de reclamo para que “paren de matarnos” que fue a la vez momento de quiebre y epicentro de una onda expansiva que hoy sigue generando temblores, derrumbes y nuevas estructuras. 
Cinco años pasaron de aquella tarde en la que inundamos las calles y empezamos a escribir otra historia: una que pone en la primera plana a la violencia machista que nos mata en nuestras casas y nuestros vínculos, que nos acosa en nuestros lugares de trabajo, nos pone un techo económico y de desarrollo profesional. 
Y cinco años desde que empezamos a organizarnos para poder ponerle un fin. Desde aquel #3J, no paran de multiplicarse asambleas de trabajadoras en las que mujeres, lesbianas, travestis y trans conjugan sus reclamos en una voz que es común y que empresas, gremios y Estado ya no pueden desoír. 
También se multiplican los protocolos de acción en casos de violencia machista que protegen y amparan a compañeras que sufren esas situaciones tanto dentro como fuera de sus espacios de trabajo. Somos nosotras las que, sin pausa, vamos avanzando cada vez más en las estructuras sindicales, cambiandolas por dentro, permeándolas con nuestros reclamos. 

Página/12 fue y es protagonista de ese camino. Por ímpetu y empuje de sus trabajadoras fue y es pionero en la cobertura de éste y otros procesos vinculados con los feminismos y la lucha por los derechos de las mujeres y diversidades. 
Por eso mismo, no podemos permitir que ese proceso se detenga: no hay razón alguna para avalar que las voces que cuentan, día tras día, las denuncias contra los efectos del patriarcado que aún golpea así como los avances de nuestra lucha pierdan el protagonismo que tienen en la calle. 
Así como tampoco vamos a dejar de denunciar que hoy, a cinco años del #3J, Página/12 mantiene estructuras discriminatorias hacia sus trabajadoras. Sin ir más lejos, más de la mitad de sus trabajadoras mujeres son precarizadas por el Grupo Octubre, la empresa dueña del medio. A muchas de ellas no se les reconoce en su remuneración las tareas que semana a semana cumplen para que el diario exista. Para colmo, fueron las colaboradoras monotributistas y precarizadas las que, en el contexto de la pandemia del coronavirus, han sufrido retrasos en sus pagos sin obtener una sola explicación de parte de la empresa.  

Por eso, en este, un nuevo grito colectivo de #NiUnaMenos, exigimos: 

*El cese de la precarización laboral de todas las trabajadoras mujeres y diversidades
*Recategorización de las compañeras a las que no se les reconoce las tareas que desempeñan
*Igual remuneración por igual tarea para las compañeras trabajadoras
*Capacitación en género para promover espacios de trabajo libres de violencias y vínculos más igualitarios entre trabajadores y trabajadoras. Y también para fomentar contenidos con perspectiva feminista y abordajes más inclusivos, diversos, respetuosos.
*Elementos de trabajo e higiene para las trabajadoras que desarrollan tareas de mantenimiento y limpieza
*Viáticos para todas las compañeras trabajadoras. También elementos de prevención para desarrollar tareas en el marco de la pandemia del coronavirus
*Licencia por tareas de cuidado 

Asamblea de Trabajadoras de Página/12
Comisión de Mujeres y Géneros de Página/12





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