
martes, 20 de octubre de 2015
“Echale la culpa al duende”

Una obra diaria, a pulmón
La sección Cultura
y Espectáculos, con un promedio de siete páginas diarias, se hace
actualmente con un editor, tres subeditores, tres redactores y un
pasante que trabajan en la redacción. El resto de los periodistas
trabaja desde fuera de la redacción en condición de colaboradores,
algunos en la categoría de "colaborador permanente", otros
relegados a la condición de "sub 24". A lo largo de los
últimos cinco años un periodista renunció, una se jubiló, otro
cambió de sección, otro tomó licencia. Ninguno de estos puestos de
trabajo fue reemplazado.
El suplemento No se
hace con un solo puesto de trabajo fijo: el del editor. En este
suplemento se perdieron otros dos puestos de trabajo, ya que se hacía
con un editor y dos redactores.
Este año se
suspendieron la mayoría de los viáticos para los viajes de
cobertura, tanto nacionales como internacionales. De este modo sólo
se pueden cubrir aquellos infrecuentes eventos para los cuales los
organizadores cubren la totalidad de estos gastos.
jueves, 15 de octubre de 2015
“SILLAS VACÍAS” EN PÁGINA/12
Ausencias
en la sección Sociedad
Hace
poco tiempo la sección tenía tres editores: Andrés Osojnik,
Eduardo Videla y Horacio Cecchi.
Los
redactores estables, con presencia en la redacción, eran Soledad
Vallejos, Emilio Ruchansky, Pedro Lipcovich y Carlos Rodríguez, más
el aporte de Mariana Carbajal, desde fuera de la redacción, más los
aportes de algunos colaboradores, como Darío Aranda y Sonia Santoro,
más dos pasantes que trabajan como redactores.
El
fallecimiento de Eduardo Videla privó a la sección no sólo de uno
de los editores de mayor experiencia, sino también de quien se
encargaba de cubrir como redactor los temas más importantes -que
manejaba la sección- relacionados con la Ciudad de Buenos Aires.
Soledad
Vallejos está hoy cubriendo el espacio dejado por Eduardo Videla en
la edición, lo que significa que por razones obvias, ya no puede
seguir cubriendo en lamisma medida la gran variedad de temas de los
que se ocupaba como redactora.
Esto
significa que se ha cubierto el espacio en blanco que había quedado
en la edición, pero de los cinco redactores fijos, sólo quedan
tres: Carlos Rodríguez, Mariana Carbajal y el recientemente
incorporado a la sección, Fabio Lannutti, que a partir de su nueva
función ha dejado su puesto de trabajo en la sección Corrección,
donde no ha sido reemplazado.
Soledad
Vallejos es hoy editora, Emilio Ruchansky tuvo que dejar el diario en
contra de su voluntad porque no aceptaron su pedido de tomarse seis
meses de licencia sin goce de sueldo para escribir un libro, mientras
que Pedro Lipcovich se está jubilando y ya no concurre a la
redacción, lo que deja sin cobertura el área de salud, que estaba a
su cargo, a la vez que se abre un interrogante acerca de la
continuidad o no de las páginas de Psicología, de la que se encarga
como editor.
Se
mantienen las colaboraciones de Darío Aranda y Sonia Santoro, y la
presencia en la sección de dos pasantes que trabajan como
redactoras.
La
diversidad de temas que tiene la sección (policiales/judiciales,
información general, ciencia, salud, Ciudad, etcétera) hace que los
dos redactores que concurren a la redacción (Rodríguez y Lannutti)
y el aporte externo de Carbajal, resulten insuficientes para cubrir
toda la información, muchas veces exclusiva, que reciben a diario y
cuya publicación ha sido tradición de la sección y por ende, del
diario.
martes, 13 de octubre de 2015
Dolor por la muerte de Diana Sacayán

En
su labor cotidiana, en las calles, a través de su trabajo en el
Inadi y de sus notas publicadas en el suplemento Soy o en el diario,
Diana fue una luchadora por los derechos de las personas trans y una
voz que se alzó en todo momento contra todo tipo de discriminación.
La
ley laboral que garantiza el cupo para personas trans en la provincia
de Buenos Aires, la lucha en favor de la existencia de consultorios
médicos que no discriminen y la prédica por la toma de conciencia
para que la prostitución no sea el único camino para ganarse el pan
diario, fueron algunos de los muchos objetivos meritorios por los que
luchó Diana a lo largo de su vida.
Con
valentía supo afrontar las amenazas y las agresiones que sufrió por
su condición sexual, pero eso no le hizo perder, en ningún momento,
su alegría como militante, su coraje en la lucha contra la
discriminación y su permanente solidaridad con sus compañeras y
compañeros.
Ana
Paoletti
Carlos
Rodríguez
Diego
Martínez
Tato
Dondero
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