sábado, 12 de noviembre de 2022

Otro pirulo de patas cortas

El sueldo de un redactor de Página/12 está 40.000 pesos por debajo de la línea de pobreza. Un editor con 30 años de antigüedad apenas supera la canasta básica que una familia necesita para vivir. Una nota escrita por periodistas precarizados (mal llamadas “colaboraciones”) en Cultura & Espectáculos o en suplementos semanales se paga alrededor de 4000 pesos, con lo cual ese/a trabajador/a debería publicar 32 notas para cubrir el umbral mínimo de subsistencia que fija el INDEC, que en septiembre fue de 128.214 pesos.

El Grupo Octubre, igual que La Nación, Clarín, Perfil o Infobae, aplica la paritaria más baja del país, que imponen a un sello de goma funcional a sus intereses. La última fue del 56% (60% para los básicos) frente a una inflación que ronda el 100%. Las sumas adicionales que Página/12 pagó durante 2022 apenas alcanzan a “paliar en parte la escalada inflacionaria”, como admite en su pirulo de ayer “A los lectores”, que a diferencia de celebraciones y beneplácitos no incluye fotos de directivxs sonrientes y que nadie se digna a firmar.

Quienes trabajamos en Página/12 y creemos en la organización gremial llevamos adelante desde marzo un plan de lucha –enmarcado en los reclamos de la rama prensa escrita del SiPreBA– para que ningún compañero o compañera cobre un sueldo por debajo de la línea de pobreza. Como producto de esa lucha conseguimos las pequeñas sumas adicionales detalladas en el pirulo de la empresa, que no reducen en absoluto el abismo que separa nuestros sueldos de la línea de pobreza y menos todavía de los salarios de 2016, cuando Víctor Santa María compró Página/12, que estaban 42 puntos por encima de la canasta básica.

La no-respuesta a ese reclamo justo y legítimo no es el único dato de la realidad que omiten informar. La respuesta más amplia del Grupo Octubre, que no por casualidad se esmera en frustrar la organización gremial en todas sus empresas, incluye también aumentos selectivos y premios para recompensar conductas antisindicales, creación de redacciones paralelas ad hoc o en otros medios propios (Agencia GO, AM750, Buenos Aires/12, etc.) y presiones más o menos sutiles de la dirección y sus satélites para que lxs periodistas jóvenes tomen distancia de la vida gremial e incumplan las medidas votadas por la asamblea.

Como trabajadores y trabajadoras del SiPreBA, que no sólo contamos y reivindicamos las luchas gremiales ajenas sino que protagonizamos las propias con voz y voto a mano alzada en cada redacción, exigimos que nadie cobre un sueldo por debajo de la línea de pobreza. Lamentamos no poder contarlo desde las páginas del diario que hacemos día a día, que sólo se permite difundir la voz del patrón.

Comisión Interna de Página/12




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